El equipo de Nubip ha tenido el gustazo de acudir al X Foro Talento organizado por Esic Business & Marketing School y Cámarabilbao, en que se analizaron los desafíos a los que se enfrenta la empresa actual para adaptarse a las cambiantes y exigentes demandas del mercado laboral.
Enrique Benayas, Director de Esic, dió repaso a los puntos estratégicos que deben abordar las empresas para no perder competitividad en el mercado actual.
Enrique puso de relieve que actualmente, hablemos con quien hablemos, el mensaje que se repite es que todas las empresas están inmersas en un gran proceso de transformación.
Esta transformación contínua de organizaciones y empresas, además de suponer un gran coste de energía, puede suponer una pérdida de tracción en las compañías si no se gestiona adecuadamente.
El cambio para adaptarse es tan importante hoy que, tanto a nivel personal como laboral, para las personas lo más importante es conocerse a sí mismas y desarrollar autoconocimiento, ya que el papel que le toque desempeñará puede cambiar a menudo.
Tanto los roles personales como profesionales están en contínua transformación.
Para sobrevivir y prosperar, las Pymes van a tener que estar preparadas con perfiles altamente flexibles.
Por otro lado, se está apostando por estructuras más descentralizadas, más democráticas.
Las estructuras que tienen muchos niveles jerárquicos son lentas a la hora de tomar decisiones.
Fomentar una actitud positiva y constructiva ante el cambio se logra mediante la capacitación contínua.
Uno de los retos a los que se enfrentan las empresas tienen que ver con fidelizar y atraer el talento. Y precisamente la capacitación es un gran elemento fidelizador en las estructuras de trabajo.
La guerra por el talento en parte se debe a que los trabajadores incluyen un grado de movilidad como hasta ahora no hemos conocido.Nuestras incorporaciones no siempre quieren trabajar en su localidad, a algunos les da exactamente igual y otros incluso prefieren trabajar lejos de su lugar de origen, para conocer otros mercados. Estamos, por tanto, compitiendo no sólo entre compañías del mismo entorno, sino incluso con compañías internacionales.
Otro desafío crítico es cómo gestionar el conocimiento interno de las compañías, y cómo transferirlo de un trabajador a otro. También es importante absorber el conocimiento externo que pueda llegar a la organización, y llegar a generar una formación híbrida que incluya tanto lo uno como lo otro.
En muchas empresas, el departamento de Recursos Humanos se está renombrando como «Departamento de Personas» o «Dirección de Personas»
La necesidad de transformación obliga a que el departamento de recursos humanos ayude a los trabajadores a reciclarse en nuevos roles dentro de la organización. Esto requiere mucha paciencia y humanidad.
Se pone el foco en la experiencia del empleado como cliente interno, creando un círculo virtuoso en el que generamos pertenencia que atrae nuevo talento para ayudar a crecer a la empresa.
Esto ya no va de teletrabajar o no, en sí la discusión sobre el teletrabajo a estas alturas es algo anecdótico.
La gestión del teletrabajo depende del contexto de cada departamento, y debe analizarse bien para evitar problemas de falta de pertenencia y aislamiento.
Aunque también existe el riesgo de aislamiento dentro de la propia empresa, personas que hacen su trabajo en la proximidad pero sin relacionarse. Aprovechemos las ventajas de la presencialidad, creando dinámicas y saquemos el máximo partido al tiempo presencial cuando estamos en la oficina.
El concepto de liderazgo también está cambiando mucho. Un líder no es un superhéroe. Hoy en día se buscan líderes normales, con visión y criterio, con capacidad de influir y transformar.
Hay que capacitar en liderazgo a todo perfil que tenga que gestionar a un equipo de personas.
Además, las empresas tecnológicas también están reconociendo la importancia de capacitar a sus equipos en habilidades humanísticas y de liderazgo, en desarrollar esa parte empática que hace que tratemos al cliente con cariño, en lo que comunicamos digitalmente, en lo que decimos y en la visión estratégica de la empresa.
La innovación y las competencias digitales son pilares básicos para que las empresas no pierdan competitividad. Por ello las empresas tendrán que fomentar una cultura de innovación transversal, donde equipos multidisciplinares se concentren para proyectos específicos o desarrollen hackathons internos de uno o dos días de duración para trabajar en soluciones innovadoras.
El proceso de integración de nuevos empleados (onboarding) debe ser integral, incluyendo la cultura de la empresa, los procedimientos y la capacitación contínua. Esto es igualmente importante para el reskilling de empleados actuales que asumen nuevos roles dentro de la empresa.
El escenario que nos propone Enrique incluye máxima competencia y capacitación envuelta en soft skills y en una organización diversa y multidisciplinar, sin perder de vista el know how y la innovación. ¿No es pedir mucho? ¿Una empresa puede dar tanto de sí con recursos limitados? ¿Acaso esto es una película de Netflix?
La respuesta es un rotundo sí, sí que se puede. Es necesario, sin embargo, un alto nivel de evolución para lograrlo. Ser buenos en lo nuestro, y saber comunicarlo, desde el interior empresarial al exterior, hacer que el ADN de la empresa impregne todo el proceso y que este ADN esté basado en la excelencia.
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